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LA DIMENSIÓN FÚNEBRE EN LAS OBRAS DE LORCA. Federico García Lorca es un poeta y dramaturgo español del siglo XX que vivó durante la guerra civil española (1936-1939). Fue fusilado por las tropas nacionalistas. Es un autor emblemático que sobrevive en nuestras memorias a través de sus obras. En su universo teatral, siempre hay la figura de la mujer, para mostrar sus condiciones a veces terribles durante esta época. Sin embargo, sus obras no son consideradas como feministas sino que sirven para mostrar la sociedad española del siglo XX, y los derechos limitados de las mujeres. “Nacer mujer es el peor castigo”, como lo dice en su obra La Casa de Bernarda Alba. De este modo, vamos a intentar responder a la problemática siguiente: ¿Cómo Lorca transpone el carácter fúnebre y mortuorio a través de sus obras? ¿Cómo Lorca aborda la muerte en sus obras? Por eso, vamos a concentrarnos sobre cuatro obras. La primera, escrita en 1936, se titula La Casa de Bernarda Alba. Bernarda, mujer tiránica acaba de perder a su esposo y va a imponer un luto duro a sus cinco hijas. Non obstante, la hija mayor va a casarse con Pepe el Romano y Adela, la hija menor tiene una relación con él. Entonces el luto va a complicarse con Adela, quien no acepta la situación. La segunda obra, escrita en 1932-1933 se titula Bodas de Sangre. La Novia y el Novio se casan pero la fiesta de boda va a complicarse cuando la Novia huye con su exnovio Leonardo. La tercera obra, escrita en 1934 se titula Yerma. Yerma es una mujer quien vive con una boda forcada. Es estéril y muy frustrada por eso. No consigue entender y aceptar esta esterilidad. La última obra, publicada en 1927 se titula Mariana Pineda. Lorca utilizó la figura de esta mujer, personaje histórico quien luchó por la libertad. Lorca añadió una historia de amor, con Juan, quien la dejó. Además, Mariana es una viuda que tiene dos niños. En un primer tiempo, estudiaremos la creación de una atmosfera fúnebre, luego trabajaremos sobre el Amor Asesino que siempre tiene culpa en la muerte, y por fin, analizaremos las consecuencias de la muerte. En primer lugar, estudiemos el universo mortuorio. Lorca, en sus obras intenta crear un cuadro fúnebre. Entonces vamos a ver cómo se forma este contexto. Primero, en estas cuatro obras, el luto esta omnipresente. Sin embargo, este luto, claro, no se presenta de la misma manera en cada obra. El de La Casa de Bernarda Alba parece ser el peor de todos, el más pesado. Efectivamente, Bernarda es una mujer tiránica. Después de la muerte de su esposo, impone un luto de ocho años a sus hijas. Entonces significa que siempre tienen que vestirse en negro, están encerradas en la casa, como su fueran en cárcel, no tienen el derecho ver otras personas que la familia o las criadas, en resumen, no tienen el derecho ser felices y libres. Como Bernarda lo dice en el primer acto: En ocho años que dure el luto, no ha de entrar en esta casa, el viento de la calle. Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo. Mientras, podéis empezar a bordaros el ajuar. En el arca, tengo veinte piezas de hilo con el que podéis cortar sábanas y embolsos.
Entonces, se ve el carácter muy estricto de la mujer. Ocho años pueden parecer como una eternidad por mujeres de esta edad. Este modo de vida no es muy atractivo, claro. Es una tradición estar de luto durante ocho años y no salir, ni ver gente porque Bernarda compara esta situación a la de su padre y de su abuelo. La casa puede ser comparada con una cárcel porque Bernarda priva a sus hijas del aire, y de cualquier sociabilidad. En Bodas de Sangre, el luto también está siempre presente. Es por eso que podemos relacionar los dos textos. Claro los protagonistas no tienen la misma manera estar de luto pero hay la idea de un luto eternal. A lo largo de la obra, nos damos cuenta de que la madre del Novio no consiguió a hacer el luto de su hijo y de su esposo, que fueron asesinados por un miembro de la familia de Leonardo Felix, el exnovio de la Novia. Por eso, estos malos recuerdos resurgen cuando aprende la identidad de Leonardo. En efecto, siempre tiene miedo de que su hijo el Novio sea asesinado como los otros. Entonces, ya en la primera escena, podemos verlo. Por ejemplo en estas replicas, que tratan de su temor por las armas que pueden quitar la vida de un hombre a cualquier momento, observamos la desesperanza y la ira de esta mujer.
Cien años que yo viviera no hablaría de otra cosa. Primero, tu padre, que me olía a clavel y lo disfruté tres años escasos. Luego, tu hermano. ¿Y es justo y puede ser que una cosa pequeña como una pistola o una navaja pueda acabar con un hombre, que es un toro? No callaría nunca. Pasan los meses y la desesperación me pica en los ojos y hasta en las puntas del pelo. […] No. No vamos a acabar. ¿Me puede alguien traer a tu padre y a tu hermano? Y luego, el presidio. ¿Qué es el presidio? ¡Allí comen, allí fuman, allí tocan los instrumentos! Mis muertos llenos de hierba, sin hablar, hechos polvo; dos hombres que eran dos geranios. Los matadores, en presidio, frescos, viendo los montes.
Al final de la obra, cuando su hijo el Novio y Leonardo se matan, el luto vuelve de nuevo para la Madre y también para la Novia y otros habitantes del pueblo, y la obra se acaba sobre este círculo vicioso. Yerma esta confrontada a un luto más bien diferente de los otros lutos. No perdió realmente uno de sus familiares sino que tiene que aceptar su esterilidad. Es un luto bastante difícil porque Yerma es una mujer que quería a toda costa hijos. Dice estas palabras a María en el primer acto: Cada mujer tiene sangre para cuatro o cinco hijos, y cuando no los tienen se les vuelve veneno, como me va a pasar a mí.
Estas palabras son muy potentes y conmovedoras porque compara su esterilidad con el veneno. Se siente culpable de su esterilidad porque a su parecer, una mujer normal puede dar la luz a hijos. No es el caso con ella, y entonces piensa que eso va a seguirla durante toda su vida. A lo mejor, el veneno simboliza aquí la locura que va a llegar poco a poco y que va a invadirla. Este luto es bastante abstracto porque está de luto por un hijo que nunca tuvo. En Mariana Pineda, el luto no está presente claramente. Sabemos que es una viuda, y entonces deducimos que está de luto a causa de su difunto esposo. Pero al final, entendemos que después de la muerte trágica de Mariana, su amiga Carmen y las otras novicias van a estar de luto. La muerte se presenta a través de varios modos. Lorca utiliza distintas formas de morir. Por ejemplo, encontramos el asesinato en Bodas de Sangre o en Yerma. En los dos casos, son crímenes pasionales, relacionados con el amor. En Bodas de Sangre, el Novio quiere encontrar Leonardo que “robó” a su esposa. Quiere matarle por su honor y también porque está muy enfadado. Al final, los dos se matan, es un doble-asesinato. En Yerma, el asesinato es más relacionado con la locura de la mujer. Mata a Juan en un alce de locura porque él le dice que de todas formas no quería hijos. Desesperada desde hace mucho tiempo a causa de su esterilidad, le mata violentamente. Dice estas palabras después del asesino en la última escena: “No os acerquéis, porque he matado a mi hijo. ¡Yo misma he matado a mi hijo!”. Es una metáfora, piensa que haciendo eso, es como si hubiera matado el hijo que nunca tuvo. también el tema del suicidio que aparece en La Casa de Bernarda Alba. En efecto, al final de la obra, Adela se da cuenta de que nunca podrá conocer la libertad porque como es la hija menor de Bernarda, no puede casarse, tiene que ocuparse de su madre hasta su muerte. Y, con lo que pasó con Pepe el Romano, no tiene otra solución que suicidarse. Es como una liberación sacrificial. La muerte es la única solución para huir esta vida ruinada, y para acceder a la libertad. Esto es lo más importante para Adela. Mariana, denunciada y acusada por conspiración contra el gobierno, muere ejecutada. Esta ejecución es muy simbólica, es como una ceremonia. Este elemento es puesto de relieve con la réplica “dadme un ramo de flores”. El ramo de flores, aquí, representa el carácter ceremonial, es como su funeral que pasa a este momento. Hace un último discurso, antes de su muerte. Lo que podemos añadir sobre la creación de este ambiente especial y fúnebre, es la utilización de varios registros. En efecto, encontramos el registro patético a través de esta obra, pero este registro se mescla con los registros trágico claro, y lírico. El lirismo se noticia por ejemplo al medio de bellos versos. Podemos citar por ejemplo unos versos de Bodas de Sangre: Y si no quieres matarme como a víbora pequeña, pon en mis manos de novia el cañón de la escopeta.
¡Ay, qué lamento, qué fuego me sube por la cabeza!¡Qué vidrios se me clavan en la lengua! Estos versos pronunciados por La Novia en el Acto último reflejan bien el lirismo con por ejemplo las rimas femeninas, con las exclamaciones que connotan la desesperanza, o con el “Ay” que expresa el lamento. Eso se reúne con el registro patético, que inspira la piedad al espectador. En cada obra podemos encontrar versos poéticos que hace parte del lirismo. Podemos citar en Mariana Pineda, el momento al final, cuando Mariana hace un discurso conmovedor, justo antes de su muerte: ¡Os doy mi corazón! Dadme un ramo de flores; en mis últimas horas yo quiero engalanarme. Quiero sentir la dura caricia de mi anillo y prenderme en el pelo mi mantilla de encaje. Amas la libertad por encima de todo, pero yo soy la misma Libertad. Doy mi sangre, que es tu sangre y la sangre de todas las criaturas. ¡No se podrá comprar el corazón de nadie! El registro trágico pone de relieve el carácter de fatalidad, relacionado con la muerte. Entonces, esta mezcla de registros sirve realmente para crear todo un universo mortuorio. Lo vemos perfectamente en la última replica de Yerma, pronunciada por ella misma, al final de la obra, que podemos citar: Eso nunca. Nunca. (Yerma da un grito y aprieta la garganta de su esposo. Éste cae hacia atrás. Yerma le aprieta la garganta hasta matarle. Empieza el Coro de la .romería). Marchita, marchita, pero segura. Ahora sí que lo sé de cierto. Y sola. (Se levanta. Empieza a llegar gente.) Voy a descansar sin despertarme sobresaltada, para ver si la sangre me anuncia otra sangre nueva. Con el cuerpo seco para siempre. ¿Qué queréis saber? No os acerquéis, porque he matado a mi hijo. ¡Yo misma he matado a mi hijo! Por otra parte, la muerte en estas obras siempre es relacionada con el amor. El amor tiene el papel del asesino. Entonces podemos notar el amor matrimonial, el amor pasional y el amor libertario. Si Yerma actuó así, es parcialmente la culpa de su esposo, pero es también culpa suya claro, o más precisamente, la culpa de su desesperanza que se vuelve en locura. Yerma tiene un amor intenso por el hijo que nunca tuvo, está obsesionada por la idea de tener hijos. Pero su problema de esterilidad no le permite. Además, esta mujer tuvo que participar a una boda forcada, entonces no está verdaderamente enamorada de su esposo Juan. Y el asesinato ocurre a causa de palabras torpes de Juan, al final de la obra: Muchas mujeres serían felices de llevar tu vida. Sin hijos es la vida más dulce. Yo soy feliz no teniéndolos. No tenemos culpa ninguna.
El amor de una mujer por los hijos le provocó Rabia intensa. En Mariana Pineda, su amor también le conduce hasta la muerte. Si ella está ejecutada, es porque está acusada haber bordado una banderilla que simboliza la libertad, y lo hizo para Pedro, su amor, un rebelde libertario. Al final, la banderilla esta encontrada y entonces Mariana va a estar encontrada y condenada. Tenía mucha esperanza para que Pedro la libere o venga para morir con ella, pero él nunca vino. Este acto de amor es al origen de su muerte trágica, y le dice en su discurso: ¡Yo soy la Libertad porque el amor lo quiso! ¡Pedro! La Libertad, por la cual me dejaste. ¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres! ¡Amor, amor, amor y eternas soledades! Como en Mariana Pineda, la muerte de Adela es relacionada con el amor por un hombre. Adela es la hija menor de Bernarda Alba, tiene veinte años, y está enamorada de Pepe el Romano, el hombre el más hermoso del pueblo. Sin embargo, Pepe el Romano va a casarse con Angustias, la hija mayor de Bernarda Alba, cuarenta años, a causa de su dinero. A pesar de esto, Adela tiene una relación secreta con él, y esta relación es peligrosa porque las costumbres muy tradicionalistas que reinan en su casa no le permiten. Adela decide suicidarse porque su familia descubre su relación, su vida es ruinada porque se da cuenta de que nunca podrá conocer la libertad. Y además, cree que Pepe el Romano fue matado por su madre Bernarda. Entonces se ahorca en su cuarto, para huir cualquier forma de poder y para acceder a una libertad paradójica. En Bodas de Sangre, es más o menos un ajuste de cuentas que es al origen de la muerte. Hay doble asesinato ya que Leonardo y el novio se mataron. La novia se casa con el Novio pero el lector entiende que es más o menos una boda forcada. A lo mejor, el Novio la quiere, pero este amor no parece recíproco. En efecto, la Novia huye de su ceremonia con Leonardo, su exnovio, ya casado. El amor es el culpable en estas muertes. Leonardo, por su honor pero también por su amor, quiere matar a Leonardo. Esta tragedia se acaba muy mal porque al final, la Novia perdió sus dos amores, aunque solo uno de los dos fue un amor auténtico. En consecuencia, los textos son unidos por este tema del Amor-asesinato. Adela y Mariana murieron a causa de sus amores por la libertad y por un hombre. La Novia murió a causa de un amor imposible y Yerma mató a su marido a causa de un amor matrimonial. El amor siempre tiene culpa en la muerte en las obras de Lorca. De este modo, la muerte es la única solución, es una liberación sacrificial en frente a todos los problemas, que sea por Leonardo en Bodas de Sangre, Mariana, o Adela. Ahora, pasamos a las consecuencias de la muerte. Morir tiene consecuencias en las obras de Lorca. En efecto, detrás de la muerte, Lorca crea una atmosfera muy pesada y angustiosa. Primero como lo hemos tratado anteriormente, los protagonistas que quedan tienen que estar de luto. En La Casa de Bernarda Alba, como en Bodas de Sangre, el luto es un círculo vicioso. Al inicio de la obra, los protagonistas ya estaban de luto, pero al final, es peor, el luto aumentó. Como lo podemos ver en la última replica de Bernarda: Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra hija.) ¡A callar he dicho! (A otra hija.) Las lágrimas cuando estés sola. ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio! La frase “Nos hundiremos todas en un mar de luto” muestra bien la idea del luto eternal que siempre vuelve. Bernarda, después de la muerte de su hija, piensa al honor antes de todo. Eso es lo más importante en su opinión. Esconde su tristeza.
En todos estos casos, el fallecimiento de los personajes arruina vidas. La vida de Yerma se acabó al momento en el cual mató a su esposo Juan, porque tiene que asumir las consecuencias de sus actos de locura. Además, siempre va a vivir con la idea que ha matado a un hombre, a su esposo, a su hijo. Va a vivir con este sentimiento de culpabilidad que va a destruirla. En el caso de Mariana, podemos decir que se sacrificó por la libertad de los otros, aunque no la tuvo. Entonces vemos que la muerte no conduce a nada. Podemos deducir también el destino de las hermanas de Adela después de su suicidio. Seguramente, van a estar de luto durante un tiempo que puede parecer una eternidad y van a arrepentirse. La culpabilidad también está presente aquí. Por fin, en bodas de sangre, después de la muerte de los dos hombres, la Novia se siente muy culpable. Ella provocó más o menos los asesinatos, entonces quiere morir, con sufrimiento, quiere que la Madre del Novio la mate. Dice estas palabras al final de la obra, en el acto último: (A la vecina) Déjala; he venido para que me mate y que me lleven con ellos. (A la madre.) Pero no con las manos; con garfios de alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré loca, pero que me puedan enterrar sin que ningún hombre se haya mirado en la blancura de mis pechos. ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua, frío, y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!; yo no quería, ¡óyelo bien! Yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos! Podemos noticiar todas las exclamaciones y las repeticiones que muestran su desamparo y sus lamentos. La Madre del Novio está desesperada. Tenía miedo por su hijo desde la muerte de su esposo y su hijo, y ahora es concreto, murió y la dejó sola, de luto. Primero, rabiosa, quiere hacer daño a su nuera, pero luego, no quiere nada, está tan frustrada, afligida y abatida, que no quiere hacer nada. Dice, al mismo momento que las citaciones anteriores: Pero ¿qué me importa a mí tu honradez? ¿Qué me importa tu muerte? ¿Qué me importa a mí nada de nada? Benditos sean los trigos, porque mis hijos están debajo de ellos; bendita sea la lluvia, porque moja la cara de los muertos. Bendito sea Dios, que nos tiende juntos para descansar. Podemos observar toda la desesperanza de una madre por haber perdido al único hijo Para concluir, la mujer tiene un estatuto, un papel muy importante. Siempre es al origen de la muerte en estas cuatro obras. Federico García Lorca utiliza su arte, en su escritura, para transponer un cuadro fúnebre en sus obras. En las cuatros obras que hemos utilizado para ilustrar nuestros dichos, el universo mortuorio de Lorca se noticia verdaderamente. Las obras de Lorca son muy oscuras y tenebrosas. Estas obras nunca se acaban bien para nadie. Sirve para mostrar que España a esta época, necesita un verdadero progreso, en sus costumbres y en su mentalidad, como él lo dice “El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre.”

Source: http://blog.crdp-versailles.fr/espagnolevariste/public/Lorca-camille.pdf

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CONFIDENTIAL – DO NOT COPY OR DISTRIBUTE – CONFIDENTIAL 1 Definiciones “Cliente”, o “usted”, o “su” se refiere al comprador de KYOsupport. “Kyocera Mita” o “nosotros” o “nuestro” o “a nosotros” se refiere a las compañías vendedoras de Kyocera Mita en los siguientes países: Austria; Bélgica; Dinamarca; Finlandia; Alemania; Italia; Países Bajos; Portugal

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Laura Niolu , 13 ottobre 2013 ELETTROSHOCK I meccanismi della mente sono un po’… perché mi tocco sempre la testa? Io, be’… oggi mi sono alzato spaventato e volevo andare in ospedale, ho percorso tutta la passeggiata a piedi e… ah, mi avete visto, marciando a passo spedito? Eja… erano le sette del mattino… ah, tu eri in bici? Mi volevi fermare ma non vedevo nessuno? Eja�

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