Diario clarin -07/07/02 - a cuarenta años del debut de los rol

Diario Clarín 07/06/02 -Espectaculos
La edad de piedra del rock
El 12 de julio de 1962 Jagger, Richards y Brian Jones tocaron por primera vez como los "Rollin' Stones". Aquí, la increíbleprehistoria de aquellos primeros gateos de la banda de rock más importante del mundo.
PABLO SCHANTONCantos rodados no son: son bolitas. ¿Cantos rodados? Los dos chicos que juegan todavía no sebautizaron así. El rubiecito arrodillado se llama Michael (Mick, le dicen) Philip Jagger. El morocho de las orejas salientes, Keith Richards. Ambos nacieron en 1943. Se los ve jugando en un patio de escuela (laWentworth Primary School de Kent, Inglaterra). Cuando suene la campana, cada cual a su aulaguardándose las bolitas a las apuronas. Amigos no son. Se ven en las filas y se saludan simplementeporque se conocen del barrio. Viven en Dartford, un suburbio industrial al sur de Londres que casidesapareció cuando la Segunda Guerra estaba a menos de un disparo de distancia.
De más chicos, se cruzaban en el tráfico enano de los triciclos y Keith, sombrero de cowboy encima, yarespondía que quería ser guitarrista cuando fuera grande. Está obsesionado con los Estados Unidos, alpunto de pegar un triste mapa de California en la pared de su cuarto. No será un chico bien como Mick, pero tampoco callejea con la barra de la esquina. Es un nene de mamá, hijo único con padre ausente, introversión y muchas tías. Muy frágil y dependiente: suele sufrir ataques de pánico en la escuela. Almomento de cursar la secundaria, Keith y Mick comprobarán que la llegada del rock and roll a Inglaterraservirá para canalizar violencia en pleno auge de la delincuencia juvenil. Cuando Richards no logre zafarde los pibes malos acelerando los pedales, volverá a casa con algún moretón. Jagger tampoco es deandar peleando en las calles. Admitirá después: "Yo me crié en un ambiente muy pacífico y protegido.
Vengo de la clase media. No crean que anduve vendiendo heroína por ahí".
Keith deja de ver a Mick cuando su familia se muda de vecindario. La leyenda cuenta que no se volveríana ver hasta 1961 en un tren que salió de Dartford.
La mañana del famoso encuentro se idealiza con un sol primaveral. A Mick se le ve muy formal, bien
peinado. Va camino a la London School of Economics, la facultad a la que papá Jagger, un catedrático
especializado en eduación física, mandó para que se recibiera de diplomático. Keith entra al mismo
vagón. Su destino es la Sidcup Art School adonde está perfecccionándose en dibujo. Fue a parar a ese
colegio tras provocar su expulsión de la Dartford Technical School, harto ya de tanto rugby y carpintería.
Jagger gozó el privilegio de asistir al mejor colegio de Dartford, el de Gramática (en el 2000 confesará
haber pasado ahí los peores años de su vida). Mick lleva unos discos importados bajo el brazo que son
muy difíciles de conseguir en Inglaterra, a menos que uno los compre vía correo y barco como lo hizo
nuestro estudiante de económicas fanático del sello Chess y el blues made in Chicago. Los vinilos eran Lo
Mejor de Muddy Waters y otro de Chuck Berry (Rockin'' at the Hops).
A Richards le cuelgan el asombro y la guitarra que le compró mamá (el incentuoso ritual de dormir junto
a su viola cuando no hay una mujer en su cama lo adopta por esos días). En la charla, ambos se dan
cuenta de que fueron iniciados en el rhythm & blues norteamericano gracias a la misma persona: un
compañero de Keith que se llamaba Dick Taylor. Hete aquí que éste forma parte de Little Blue and The
Blue Boys, un conjunto en el que Jagger canta y sopla la armónica ("No sé tocar, me expreso a través
de ella y listo"). Esa tarde toman el té juntos y se intercambian el papel de disc jockey en casa deRichards. Días después, deciden juntarse a tocar en el garage de los Taylor.
Pausa. Detengámonos un rato en esa foto con fecha 1962 donde Mick hace de vocalista ocasional paraBlues Incorporated. Así llamó a su banda Alexis Korner, un precursor a los 33 años en eso de importar elblues electrificado a Inglaterra. El regentea el sótano londinense Ealing Club. Ahí se aglomera una elite de200 bohemios quienes, en su búsqueda del purismo blusero, hacen oído sordo al Liverpool Sound de losBeatles y cía (demasiado pop, demasiado orientado a las chicas) para luego contratacar desde Londrescon el boom del rhythm & blues. Entre ellos, figura el semillero del rock británico: Eric Clapton, EricBurdon (The Animals), Jeff Beck, Ron Wood y Jack Bruce (Cream). Pero volviendo a la foto, la preguntaes: ¿qué hace un aspirante a diplomático tan joven, blanco, de clase media, inglés, de las afuerascanturreando entre señores blancos, de clase media, ingleses, sobre una música de afroamericanos,tristes, de clase baja y oprimidos? Bien, aquí empiezan las paradojas que serán marca de fábrica de losStones.
"Blues Inc. no tocaba el tipo de rhythm and blues que nos gustaba tocar a nosotros; se orientaban máshacia el jazz, en nuestra opinión. Alexis cantaba raras interpretaciones de blues con un acento inglés declase alta que nos hacía reír.", recuerda Jagger. Este chico de labios carnales patentaría desde entoncesuna nueva forma de cantar. En ella, no sólo resonaría la "negritud blusera" (aprendida a fuerza de imitardiscos caros hechos por gente pobre). Sino también un forzado acento de "clase baja" que hubo queentrenar afinando el oído en la calle.
Esta especie de travestismo de otra raza, otra clase y otra nacionalidad de parte de Jagger y cía respondea la actitud de los "negros blancos" como la etiquetó el escritor Norman Mailer en los 50. O sea, unarebeldía y un elitismo que consisten en identificarse con lo que el establishment considera "lo peor" paradistinguirse de él. "Los Stones son marginales voluntarios y su actitud hacia los otros marginados no tieneque ver con la solidaridad, sino con la curiosidad y la diversión", sintetizó el crítico Simon Frith. Mientrasun defensor de la cultura negra como Nelson George acusa a Jagger de copiar a James Brown y matar elgenuino rhythm & blues, otros —es el caso de, por ejemplo, Clash o Manu Chao— harán un molde éticode esta "marginalidad voluntaria" inaugurada por los Rolling. Sin ir más lejos, hoy ser un "stone" enArgentina es lo contrario de usar una remera del Che Guevara: es vivir de verdad lo que en los Rolling fuemás una imagen de rebeldía que otra cosa. Lo que son las vueltas de la vida: un chabón de Villa Luganoquiere parecerse a un estudiante de Londres que a su vez se identifica con un blusero de Chicago. Fin dela pausa.
Staggerlee es un criminal mítico de la cultura afroamericana: el negro que logra romper con la esclavitud para vivir la libertad de estar fuera de la ley. Es un personaje que recorre las letras de bluseros comoRobert Johnson. Lewis Brian Hopkin-Jones tiene 16 años y quiere tocar la guitarra con slide como ElmoreJames pero vivir a la manera de Staggerlee y de los beatniks. Ya es padre ilegítimo de dos hijos y dejó suhogar acomodado para vaguear por Europa con plata de papá ingeniero. Lo que ven Keith y Mick en elescenario del Ealing Club el 7 de abril de 1962 es un ángel con ojeras maldecido por el blues. Este los vaa llevar por mal camino. Boquiabiertos como están, no saben aún que los tres pronto van a compartir undepartamentito feo y sucio en Chelsea. E incluso, a falta de estufa, una cama que los ayude a entrar encalor (el biográfo de Richards, Victor Bockris, aclara que nunca hubo sexo entre ellos). Más todavía: unabanda, a la que Brian bautizará como una canción de Muddy Waters, Cantos Rodados.
Mick no quiere dejar su carrera de diplomático todavía. Sin embargo, con Keith, Brian, Dick Taylor, IanStewart y bateristas eventuales (Tony Chapman o el Kink Mick Avory) ensaya un camino a la profesionalidad. Al mismo tiempo, Alexis le destina su puesto como cantante en la Blues Incorporated con
la justificación de que "hace movimientos teatrales en escena que no son propios de un hombre, sino más
bien de Marilyn Monroe, por eso es tan atractivo". La Blues Incorporated, que ya cuenta con Charlie Watts
a los parches, se presenta todos los sábados en la Ealing Club y los jueves en el Marquee International
Jazz Club de Oxford Street. El jueves 12 de julio de 1962 el grupo es contratado para una actuación en el
"Jazz Club", un programa radial de la BBC. Sólo le pagan a cinco, así que Jagger queda afuera por
nuevito. Adivinen quién va a remplazar a los Blues Incorporated esa noche en el Marquee: sí, los Rollin''
(sin g hasta el 63) Stones. Teloneros de un tal John Long Baldry, los chicos irrumpen en escena y hacen
ruido. La lista de temas contabiliza 19 covers: entre ellos, cinco de Jimmy Reed, dos de Elmore James, el
Back in the U.S.A. de Chuck Berry, el blues Baby, What''s Wrong de Willie Dixon, Confessin'' the
Blues de Walter Brown y Kansas City (Leiber-Stoller).
Jagger canta entre las guitarras de Jones y Richards mientras Dick Taylor es el bajista; Stewart va alpiano y Tony Chapman, a la batería. Taylor se iría pronto para formar The Pretty Things y pronunciar ellado bohemio stone. Será remplazado por Bill Wyman, elegido por el tamaño de su amplificador.
Chapman es viajante de comercio, no está nunca, así que no sirve. Que Charlie Watts deje su carrera dediseñador gráfico y se venga. El caso Stewart es el más traumático. Cuando llega el jovencito AndrewLoog Oldham a hacerse cargo del marketing y el managment del grupo en 1963, primero lo hace tocardetrás de un biombo y luego lo echa directamente. El plan de Oldham será vender a los Stones como unapandilla de chicos malos y Stewart era demasiado careta para su gusto. La discriminación es atroz (ni lamandíbula saliente se salva del escarnio) y Stewart queda a cargo del teléfono y la camioneta. Tocará devez en cuando con los Stones hasta su muerte en 1985, pero confesará después que no pudo presionaruna tecla tras su expulsión por meses.
No vino mucha gente hoy al Marquee porque los fans de la Blues Inc. se quedaron en casa escuchando laradio. Además, los parroquianos están de paso en su recorrida alcohólica por pubs. Para peor, los chicosque están en el escenario suenan más a rock que a jazz y eso no va. Pocos aplauden cuando terminacada canción. Están viendo a la que será la banda de rock más grande del mundo y más longeva de lahistoria. Pero nunca lo sabrán.
El secreto de la eterna juventud
A punto de cumplir los 60, Jagger y Richards anunciaron una nueva gira festejando su aniversario número 40como grupo. Lo hicieron en Nueva York habiendo bajado de un zepelín con lengua dibujada que los trajodesde sendos castillos. La parte norteamericana arranca en setiembre (en Boston) y terminaría en febrerodel año próximo (en Denver). En el 2003, seguirán girando por Europa, Australia y México.
Por lo que se sabe, todavía no hay pistas del disco que prometieron editar este año con producción artísticadel dj Fatboy Slim (el creador del big beat que tanto estimula el tecno pogo). Richards ensaya un álbum solista que no tiene acabado, en tanto dos de sus compañeros refrescaron sus lanzamientos en el 2002: Mick
Jagger (Goddess in the Doorway) y Ron Wood (Not for Begginers, su sexto disco).
Si no pueden parar, ¿cuál es el secreto de su permanencia en términos musicales? En una recienteentrevista dada a Sylvie Simmons, Keith Richards responde algo: "Creo que es muy importante crecer deverdad; no se puede ser un grupo para adolescentes con una botella en el bolsillo toda la vida mientras dasvueltas con una guitarra; es algo que no le sienta demasiado bien a alguien con más de 30, ni hablemos de50." Pero, ¿no habrá algo más? Comparando la primera grabación de los Stones, el cover de Come on datado el 7 de junio de 1963, con el
original de Chuck Berry, se siente cómo prima en ellos la urgencia de la testosterona, con toda la torpezaque puede impulsar la ansiedad adolescente (acaba demasiado pronto, antes de los 2 minutos). Aquí, sexo ymúsica son sinónimos (los resume en lunfardo inglés el verbo rock). Los Stones buscaron siempre la receta de una nueva anatomía erótica en la música negra y dieron con un swing, un groove y otras virtudesmusicales de los ritmos afroamericanos que con el virtuosismo no tienen nada que ver. Los Stones no sóloinventaron una forma de tocar rock blanco, sino que desarrollaron una manera inédita de poner el cuerpo alhacer y bailar música pop.
Sus metamorfosis y aggiornamientos son iguales de oportunistas que los de Bowie, pero no tan extremos.
Ellos fueron absorbiendo cada ritmo negro nuevo a medida que aparecía (soul, funk, reggae, disco, hip hop)sin perder su fórmula original de rhythm & blues. Los Rolling son sexólogos del rock and roll. Rockear es supropio Viagra; su obra, un Kama Sutra adonde recurrir.

Source: http://www.rollingmania.com.ar/rs_2001/medios/noticias/070702_clarin.PDF