Bogotá Sur Bogotá Sur pues como todo buen sur que se precie de tal: Italia Sur, España Sur, Grecia o Asia del Sur, África, América del Sur. Sur de basur, de absur. Desurbanicexprimesur. Típicolormiserisur. Costrocalor. Subdesarsur. Duro, eterno subsur solar siempre curioseado, pisoteado y algo así como vagamente amado por los señores del Nor. Fernando Quiñones
Damas de la vecindad II SAMANTHA En el destartalado pero agreste George Washington Lodge, junto al lugar heroico, suministra hamburguesas escasamente heroicas y algún raro T-Bone salpimentados de esa gracia suya arisca y hembra la que más, diosa al paso y sin darse al antojadizo turista ni al cegado mozalbete estudiante ni al brutal camionero. Se vino aquí sin ausentarse de su allí, tan al Sur, inalterablemente joven y fatigada, esperando quién sabe. Se vino con sus ojos de agua y miel, con su ceceo oscuro, su esqueleto de plata, su sombrero de las noches de jueves en que libra y es por fin ella sola. No como la paloma equivocada, se vino tan al Norte, hermosa y laberíntica lo mismo que sus verdes natales pantanales tan al Sur. Fernando Quiñones
(1614) Llegué, señora tía, a la Mamora, donde entre nieblas vi la otra mañana, desde el seguro de una partesana, confusa multitud de gente mora. Pluma acudiendo va tremoladora andaluza, extremeña y castellana, pidiendo, si vitela no mongana, cualque fresco rumor de cantimplora. Allanó alguno la enemiga tierra echándose a dormir; otro soldado, gastador vigilante, con su pico biscocho labra. Al fin, en esta guerra no vi más fuerte, sino el levantado. De la Mamora, hoy miércoles. Juanico. Luis de Góngora y Argote
Entra arena en los zapatos A veces entra arena en mis zapatos de charol y cuando no atacan puedes comerte un bocadillo compartido. Uno de mis compañeros saca de la mochila una cantimplora llena de vino o de whisky, el sabor a arena el sudor en la lengua. . Otro de los compañeros me dice que lo estoy haciendo muy bien y que no me preocupe, que a los buenos soldados nunca nos dan las balas. Hoy en la trinchera hemos escrito poemas. Manuel Ortega
La muchacha del poema El poeta jamás sabrá lo que ocurre cuando ha cerrado el cuaderno. El poeta no sabe con cuánta burla sonríen los versos después del punto final. Nadie sabe que la muchacha lánguida se levanta descalza para ir de habitación en habitación, pisando las lozas blancas y negras; bailando un vals como nadie lo hace, y que al final de la música, se deja caer sobre el suelo. La muchacha se va desnudando y pega su boca a las lozas frías, a las lozas blancas y negras. Y llora todo el tiempo que dura el beso, toda la noche hasta quedar profundamente dormida; hasta la mañana en que el poeta llega y abre el cuaderno, confiado, sin sospechar siquiera que nunca conocerá a la muchacha que desde la página lánguida entorna los ojos. Laura Ruiz
Satisfacciones La primera mirada por la ventana al despertarse el viejo libro vuelto a encontrar rostros entusiasmados nieve, el cambio de las estaciones el periódico el perro la dialéctica ducharse, nadar música antigua zapatos cómodos comprender música nueva escribir, plantar viajar cantar ser amable Bertolt Brecht
tienen filo te cortarán la lengua cuidado te hundirán en la cárcel cuidado no despertar a las palabras acuéstate en las arenas negras y que el mar te entierre y que los cuervos se suiciden en tus ojos cerrados cuídate no tientes a los ángeles de las vocales no atraigas frases
no tienes nada que decir nada que defender sueña sueña que no estás aquí que ya te has ido que todo ha terminado Alejandra Pizarnik
PALABRAS Ten cuidado con las palabras, incluso con aquellas milagrosas. Por las milagrosas lo hacemos lo mejor posible, a veces pululan como insectos y no nos dejan un aguijón sino un beso. Pueden ser tan buenas como dedos. Pueden ser tan seguras como la roca a que pegas el trasero. Pero pueden ser al mismo tiempo margaritas y moratones. Con todo, aún estoy enamorada de las palabras. Son palomas que caen del techo. Son seis naranjas sagradas posadas en mi regazo. Son los árboles, las piernas del verano, y el sol, su rostro apasionado. Todavía me fallan a menudo. Son tantas las cosas que quiero decir, tantas historias, imágenes, proverbios, etc. Pero las palabras no son lo bastante buenas, las erróneas me besan. A veces vuelo como un ángel pero con las alas de un troglodito. Pero trato de tener cuidado y ser amable con ellas. Las palabras y los huevos deben manipularse con cuidado. Una vez rotas hay cosas que es imposible reparar. Anne Sexton
DISCURSO SOBRE LA PAZ Al final de un discurso sumamente importante el gran hombre de Estado al tropezar con una hermosa frase vacía cae dentro y desamparado abriendo mucho la boca jadeando enseña los dientes y la caries dental de sus pacíficos razonamientos deja al descubierto el nervio de la guerra el delicado asunto del dinero. Jacques Prévert
Hay días que los pies no se calientan aunque la suela de las botas se derrita entre los chicharrones de los plásticos. Santos Jiménez
poema navideño para un tipo en chirona hola, Bill Abbot: te agradezco que pases mis libros allí en la trena, mis poemas y relatos. si consigo aliviar la carga de algunos de los que estáis ahí con mis libros, pues muy bien. pero la literatura, ya sabes, le resulta difícil asimilarla al hombre corriente (y también al que no lo es); a mí, por ejemplo, no me gusta la mayor parte de la poesiá, de modo que escribo la mía tal como me gusta leerla. la poesía, eso sí, está mejorando, se humaniza, la limpieza de la lengua tiene algo que ver. (apareció w.c. williams y pidió a todo el mundo que limpiara la lengua) entonces aparecí yo. pero escribir es una cosa, la vida es otra, por lo que se ve hemos mejorado la escritura un poco pero la vida (la nuestra y la suya) no parece estar mejorando mucho. tal vez si escribimos lo bastante bien y vivimos un poco mejor la vida mejore un poco aunque sólo sea por pudor. tal vez los artistas no han tenido el poder suficiente, tal vez sea que los políticos, los generales, los jueces, los curas, la policía, los chulos de putas, los hombres de negocios han tenido demasiado poder? no me hace ninguna gracia esa idea pero cuando miro a nuestro artistas, preciosos y pálidos,
del pasado y del presente, me parece que bien pudiera ser. (a la gente no le gusta que hable así. Chinaski, corta el rollo, dicen, no eres tan grande. pero joder, yo no estoy hablando de grandeza.) lo que digo es que el arte no ha mejorado la vida tal como debiera, tal vez porque siempre ha sido más íntimo de la cuenta, y a pesar de que los poetas antiguos, los nuevos poetas y un servidor hemos debido de tener más o menos los mismos problemas con: las mujeres el gobierno
Dios el amor el odio la penuria la esclavitud el insomnio el transporte el tiempo las esposas, y
demás. ahora me cuentas que al tipo que está en la celda de al lado no le ha gustado cómo puntúo la ubicación de las comas (sobre todo) ni tampoco mi forma de hacer digresiones con objeto de expresar algo con precisión. ah, no entiende la intención que es entrar en calor, limar asperezas, relajarse, y aun así otorgar el mayor realismo posible a la palabra sobre la página. la palabra debería ser como la mantequilla, los aguacates, el bistec o los bollos recién horneados, o los aros de cebolla o
aquello que se precise de veras, sea lo que sea. casi tendría que ser como si se pudieran coger las palabras y comérselas. (hay algún listillo en alguna parte que dirá si llega a leer esto: -¡Chinaski, cuando tenga hambre iré a algún si tio a que me den de comer!) en cualquier caso un artista puede divagar sin perder su forma esencial. Dostoievski lo hacía. por lo general narraba 3 o 4 historias al margen mientras contaba la principal (en sus novelas, claro). Bach nos enseñó a tender una melodía encima de otra y otra más encima de ésa y Mahler divagaba más que cualquier otro que yo sepa y el mensaje de su supuesta ausencia de forma me parece magnífico. no permitas que los tipos que se rigen por las reglas establecidas como ese individuo en la celda de al lado te impongan ninguna. pásale un ejemplar de Time o Newsweek y se dará por satisfecho. pero no tengo intención de defender mi obra (ante ti ni ante él) lo que defiendo es mi derecho a llevarla a cabo como mayor satisfacción me produce. siempre he creído que si un autor se aburre con su trabajo el lector también se aburrirá. y no creo en la perfección, creo en mantener las entrañas despejadas de modo que tengo que estar de acuerdo con mis críticos cuando dicen que escribo cantidad de mierda.
cumples una condena de 19 años y ½ yo llevo escribiendo unos 40. todos tenemos cuentas pendientes. todos seguimos adelante con nuestra vida. todos escribimos mal de vez en cuando o vivimos mal de vez en cuando. todos tenemos malos días y malas noches. tendría que enviarle a ese tipo en la celda de al lado las Obras completas de Robert Browning para Navidad, ése es el estilo que anda buscando pero me hace falta el dinero para apostar a los caballos, Santa Anita abre el 26, así que le voy a enviar un ejemplar de Newsweek (los muertos no tienen futuro, ni pasado, ni presente, no hacen más que preocuparse por las comas) y aquí, ¿he ubicado las comas como es debido, Abbot?
DOMINGO, DIEZ DE ENERO No quiero ser obsceno ni salpicar a nadie de lodo. Me gusta ser limpio como calcetín de ejecutivo. Levantarme animoso, acometer cereales. Trastear en un periódico la pista del oro nazi; pinchar unos callos, comerme un cocido, tomar café. . Dejar que hurgue el sol los dedos de mis pies tumbado en esta hamaca que cede a los noventa kilos de alarife su guata horizontal. Santos Jiménez
TRAS LOS CHINOS Al amanecer, un viento del Norte ha zarandeado la nieve de las ramas de los abetos. Ningún disfraz dura demasiado. ¿Pensabas que no había vientos debajo de tierra? Mi caballo tártaro prefiere el viento del Norte. ¿Pensabas que la muerte y un poco de tiempo me detendrían? ¿Acaso no me elegiste por mi condición obstinada, por los ojos verdes que ahuyentaban a los timadores y engañabobos de nuestra puerta? He abierto un pequeño sendero, un círculo ovoide alrededor de tu tumba, para mantener el calor mientras te hablo. Soy la única en el cementerio. Elegiste bien. Nadie es tan obstinada como yo, y mi caballo tártaro prefiere el viento del Norte. Tess Gallagher
SONETO AL AMOR QUE NOS HACE LA CENA Al hombre que trajina la cocina le debe servidora algún favor pues es más que sabido que el amor, ese dulce pecado, es fruta fina. Prepara mi señor una hornacina de oscuro y delicado tenedor y se cuecen las cosas al ardor ardiente y seductor de la cecina. Para mi paladar quiero tu pecho y otras cosas, mi amor, que no te digo pues caerían los cielos desde el techo. De la cocina al salón existe un trecho. Tú traes dátiles, nueces, algún higo. ¡Deja la cena, amor, y ven al lecho! Silvia Ugidos
HISTORIA DE ESPAÑA: NUDO Un nudo.Esto, explica la anciana, fue lo último que hizo mi padre con sus propias manos. Un nudo. Piénsalo. Es lo último que hace ese hombre con sus propias manos. No estrecha entre sus brazos a su madre, a su hermano o a un amigo. No acuna en ellos a su hija recién nacida. Tampoco le acaricia las nalgas a su mujer, ni le acaricia los pezones, los pechos, las mejillas, el pelo tan siquiera.No, con ellas, con sus propias manos, lo último que le permiten hacer a ese hombre antes de fusilarle y arrojarlo a una fosa común es Un nudo, repite la anciana para las cámaras de televisión de un canal de historia. Historia de España: de un tajo, el entierramuertos cortó el cordel que el padre de la anciana se había atado alrededor del tobillo para responder así a la pregunta que horas antes le había hecho su mujer: ¿y cómo vamos a distinguir tu cuerpo entre todo ese montón de cadáveres? Mientras aparecen los títulos de crédito, la anciana le da un beso al cordel, y luego devuelve a su caja de pino este nudo que todavía nadie, repito, nadie, se ha molestado en deshacer.
David González, del libro Anda, hombre, levántate de ti.
ENVÍAME UNA HOJA
Envíame una hoja, pero de algún arbusto que crezca, de tu casa, a una buena media hora por lo menos, porque así tendrás que caminar y te pondrás fuerte y yo agradeceré la linda hoja. Bertolt Brecht (Augsburgo, 1898-Berlín, 1956)
Selección de Aerolitos de Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 1923) Los pájaros son pensamientos perfectos. Los recuerdos son la salud de la enfermedad del vivir. Sentir. Las sensaciones anónimas. Aquellos que más saben han visto la puerta. Nadie la ha abierto y pasado. La sala de oro del porvenir. Sólo la belleza es bella un poco antes. Estoy cansado de mañana. La vida es una máquina de redes nocturnas. Pasaremos como aves dormidas. El incendio del crepúsculo me hace sufrir y me miro el cuerpo lleno de llagas. ¿Son llagas o joyas? Oigo los sollozos de la secta. Los poetas, ángeles antediluvianos. El hombre, ese animal que mira a las estrellas. El mobiliario del poeta es el mundo. ¿No maldecir? ¿No maldecir? ¿Por qué no maldecir estas manos negras de donde comienza a salir humo? ¡Aunque sean mis manos! El oro es la basura del sol. Los huesos de la respiración. Esta noche el viento está muy enfermo. Las manos son los ojos del corazón.
Los árboles negros de mi espíritu. La locura es el sueño hueco. La mano tiene cinco dedos ¿por qué? El viejo hospital de mi trabajo. Los muertos, ¡cómo pierden el tiempo! La poesía es un vómito de piedras preciosas. He visto en mi cenicero, en una colilla a medio apagar, a los muertos de la Guerra Mundial, todavía calientes. El silencio es una rosa seca en mi cabeza. ¿Por qué no quieres vivir conmigo como si fuéramos ángeles? Ángeles, ángulos, angustia. La llaga de la sinceridad. Ordeno mi caja de clavos. Mi enemiga, la Esperanza. Voy a pedir ayuda a la hermandad lejana. El misterio es la ignorancia oficial. Sentado en una silla, pienso en la silla. Yo no soy un soñador. Soy un buscador de sueños. Un pavo color rosa es cosa pavorosa. Aprende el grito esencial. Antiguamente se sentían ganas de vivir. Alguien que me amaba mucho me mordió un día el pensamiento.
Los hambrientos de absoluto comen nieve. Di algo que no sepas decir. De noche nadie debe dormir solo. Lucidez furiosa. El silencio tatuado.
SI CONSIDERAMOS si consideramos lo que puede verse: motores que nos vuelven locos, amantes que acaban odiándose, ese pescado que en el mercado mira fijamente hacia atrás adentrándose en nuestras mentes, flores podridas, moscas atrapadas en telarañas, motines, rugidos de leones enjaulados, payasos enamorados de billetes, naciones que trasladan a la gente como peones de ajedrez, ladrones a la luz del día con maravillosas esposas y vinos por la noche, las cárceles atestadas, el tópico de los parados, hierba moribunda, fuegos insignificantes, hombres suficientemente viejos para amar la tumba. Estas y otras cosas demuestran que la vida gira sobre un eje podrido. Pero nos han dejado un poco de música y un póster clavado en el rincón un vaso de whisky, una corbata azul un delgado volumen de poemas de Rimbaud, un caballo que corre como si el diablo le estuviera retorciendo la cola sobre la hierba azul y el griterío y después, de nuevo, el amor como un coche que dobla la esquina puntual, la ciudad a la espera el vino y las flores el agua corriendo a través del lago y verano e invierno y verano y verano y de nuevo el invierno. ——————————————————————— Charles Bukowski (1920 – 1994)
V Imagina que quieres escribir sobre una mujer que entreteje el pelo de otra mujer--- dejando que cuelgue, o con cuentas y conchas en trenzas de tres cabos o como filas de granos--- mejor sería que supieras el grosor la largura el modelo por qué decide trenzarse el pelo cómo se lo hacen en qué país sucede qué más sucede en ese país Tienes que saber estas cosas.
————————————————————— Adrienne Rich (Baltimore, 1929)
LEVANTAR LA MANO Me gustaría pedir la palabra como cuando era pequeña y levantaba la mano en clase. Tengo cosas que decir y quiero soltarlas todas seguidas, no deseo mantener un diálogo, sólo que me escuche la maestra, el gobierno, dios, la política o el Papa y entonces yo baje la mano y ellos sepan lo que pienso de esta farsa. María Ruiz Faro, La patente del deseo, Padilla Libros Editores & Libreros, Sevilla, 2000.
un poema de encargo la vez primera vez que algunos mozos contamos orgullosos al detalle pagamos por supuesto y por la calle la vez que da bigote a los del bozo la vez primera vez y enamorada que a muchas nos dijeron era clave acaba convirtiéndose en ya sabes la vez que vino a ser como si nada la vez primera vez contigo quiero se dice el dependiente de la tienda mirando a la lotera de la esquina y risueña la lotera lo adivina y le dice cuando pasa al de la tienda la vez primera vez contigo quiero Luis Melgarejo
/granada-córdoba blues .debajo de las torres de las patrias SE VENDEN las victorias el espliego las máscaras azules ese extraño vigor de los desnudos y vestidos de todos los colores y texturas SE APRENDEN las verdades y los gestos precisos para el nombre que más tarde —veloz como veneno hacia su blanco la lluvia nos derrumba sin astucias .qué larga la derrota —compañeros .qué mísera la huida que buscamos . Luis Melgarejo
FÍJESE USTED CÓMO ACABAN LAS COSAS Pongamos un ejemplo de mi envidia —jajá: Tu hermano es la repolla, gritan todos, lo más.
Y él quiere serlo / señor patán amado
dolido condolido y respetado temido por haches y por bes amante y tonto / de este pueblo de esta nación de bobos billetosos y mozas que se dejan preñar por ser esposas rollizas, satisfechas. Con los maquis, cuando a veces salimos —quiero decir que es cuando sin más él se nos pega y les hablo de mi hermano, él es el puto blanco de estos versos—, cuando a veces salimos, les decía, mi hermano se porta como el sucio cabrón metomentodo que viene a ser, aparte de un gran necio y —tal vez me esté pasando de adjetivos no menos ciertos por duros / y a ver, que me ze va ya el rismo —¿por dónde yo meandab’ah, sí: Aparte de un gran necio y tal vez el amargado por ególatra que pueda ser mañana, con los años cruzados de traiciones que nunca cicatrizan —si es que acaso comprende por más viejo que diablo alguna tarde.
se acerca cauteloso cual tigre con espejos a las mozas doquiera que se encuentren si le placen y, calmo, les saca del bolsillo al corazón algunos versos —profundos, con imágenes inútiles, alquímicas monedas de su espíritu— y entonces la magia se sucede y se humedecen los coños digo sexos de las vírgenes bestiales. Las mujeres
lo adoran y agasajan —no todas las mujeres, por supuesto; no todas son estúpidas y bobas como él refatuo piensa después de ya corrido y del monólogo que aguantan o disfrutan porque algo es algo en fin, las pobrecillas —según pueda ser fama o no, no importa: Son más, salud a todas, las que en cambio lo calan a distancia; y estas últimas son bellas y dispuestas a los golpes están pues saben dar y dan también el dulce salado de sus cuerpos a unos hombres que suyos son como ellas son las nuestras y son las que hacen falta en la trifulca de apuros y putadas que a rachas es la vida que nos venden. Lo adoran y agasajan, les decía. Se nota, se advierte en sus sonrisas; también en las de algunos, no todos, por supuesto, tampoco, memos hombres —y amigos embaucados hubo algunos también durante un tiempo— se comprueba y lo confirma después la matemática, la firme compulsión a mentarlo y los elogios que en derredor recibe por su astucia simplona y su conjura falaz por democrática, poética de ventas posmoderna y me repito. Y así las cosas, ya ven ustedes: Yo tengo un hermano, se nos pega a veces, pero es él el poeta y no es mi hermano del Sur ni mi hermano Isidoro.
Es el mismo de siempre. ¿Lo conocen ustedes? ¿No? Luis Melgarejo
j (La Zubia, Granada, 1977) es autor de dos libros de
poemas: El libro del cepo (Hiperión, Madrid, 2000), título con el que obtuvo el
XV Premio de Poesía Hiperión, y Los poemas del bloqueo, Premio
Zaidín/Javier Egea de Poesía, publicado por el Ayuntamiento de Granada en la
colección Granada Literaria y en segunda edición por la editorial granadina
Cuadernos del Vigía. Aparte, poemas suyos y algún que otro texto de corte
narrativo han sido recogidos en antologías de poesía española contemporánea
a ambos lados del Atlántico. Desde hace ya siete años trabaja en talleres de
animación a la lectura y escritura creativa y en la coordinación de actividades
literarias y editoriales. Actualmente compagina el quehacer literario con la
escalada en roca al tiempo que trata de sacar adelante La casa con libros, un
negocio familiar dedicado al alojamiento rural recientemente puesto en marcha.
Epilepsy in Rett syndrome – notes for talk at ORSA meeting, September 2010 This talk was part of a three-person panel discussion and had two principal 1) to describe why and how epileptic seizures develop in the human brain 2) to review the main features of epilepsy in Rett syndrome (RTT) – what kinds of seizures occur and at what age; who is more likely to develop epileptic seizures; wh